ALCIDES
TORRES *
Se inicia la segunda mitad del período gubernamental. Este
inicio partirá con una posible “unidad nacional” en torno del resultado de la
Corte Internacional de la Haya sobre el diferendo marítimo con Chile; pero
luego nuevamente cada uno tomará sus distancias para las elecciones a las
municipalidades y regiones, respectivamente.
En lo económico, las cifras son alentadoras, dicen
que “hay crecimiento” pero que la población recién lo sentirá en los próximos
años. Lo mismo de siempre, más riqueza para pocos y mayor pobreza para la mayoría.
En lo social, muchos conflictos están latentes, pueden
estallar o resolverse definitivamente.
La corrupción sigue ganando. Los narcoindultos, la repartija
en el Congreso, los partidos políticos que se disputan las comisiones
investigadoras o tapadoras de los casos, los López Meneses, Toledo, Alán, los urtechos, los lobbies, las
cortinas de humo y ahora, la “Presidenta” seguirán avanzando
en debilitar esta llamada “democracia”.
Esto será cimiento para el crecimiento de la violencia, de
la inseguridad ciudadana, de la mediocridad, de la infelicidad.
En lo EDUCATIVO, hay varias interrogantes a considerar.
¿Seguirá la improvisación y corrupción como políticas de
trabajo permanente del Minedu? ¿Se continuará con las propuestas de la gestión
anterior, sobre un nuevo Sistema Curricular, que incluía el marco curricular,
los mapas de progreso de todas las áreas curriculares y las rutas de
aprendizaje? ¿Estarán en revisión, han
quedado pendientes o serán olvidadas, por la actual gestión? No lo sabemos.
¿Se cumplirá los cuatro lineamientos al 2016, publicado en
setiembre 2011? ¿Se cumplirá el Plan Maestro, publicado el 2013? ¿Lograremos
los objetivos estratégicos que orientan el Proyecto Educativo Nacional?
¿Tendremos una educación de calidad, con equidad y pertinencia? ¿Podremos tener
una educación superior de calidad, que responda a las expectativas y
necesidades del desarrollo nacional? No lo
sabemos.
¿Se invertirá en infraestructura, equipamiento y materiales
educativos adecuados, según modalidades y niveles educativos? ¿Se tendrán
materiales educativos pertinentes a cada región geográfica, económica y
cultural de nuestro país? No lo sabemos.
¿Se logrará mejorar la gestión de los recursos asignados,
superando el 77,3% de ejecución del 2013? ¿Se invertirá en capacitaciones de
calidad, para docentes, directivos, administrativos, etc. No lo sabemos.
¿Tendremos una educación que facilite el desarrollo
industrial de las regiones, permitiendo dar valor agregado a nuestras materias
primas? ¿Podremos tener una educación que garantice mejorar la calidad de vida
de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos que son nuestros estudiantes.
No lo sabemos.
¿Se incluirá la educación física, la educación artística
como parte de la formación integral de los estudiantes, o sólo con la finalidad
de tener más atletas en las futuras competencias deportivas? ¿Podremos a nivel
escolar desarrollar ciencia y tecnología? ¿Superaremos los resultados de Pisa o
de cualquier evaluación nacional e internacional, en el mediano plazo? No lo sabemos.
¿Seguirán siendo las maestras y maestros del Perú los más
olvidados profesionalmente? ¿Continuará la indiferencia y maltrato al
magisterio nacional en lo económico y social? ¿Seguirán proponiendo que la
meritocracia es tener mayor cantidad de “certificados y diplomas” y, no un
mejor desempeño profesional e innovador? No lo sabemos.
¿Se hará el concurso de Directores y Subdirectores para
instituciones educativas de EBR? ¿Se hará para EBA, EBE y ETP? ¿Se hará los
concursos de ascenso para las escalas magisteriales? ¿Se realizará el concurso
de Contratos fijado para el 19 de enero? No lo sabemos.
Las respuestas a estas preguntas, marcará la
diferencia.
De lo contrario, así como en el fútbol no clasificamos, en
Educación también perdimos.
* Docente del CEBA 3016 “Ricardo Quimper”
Docente Facilitador en Formación de Evaluadores en
Competencias Profesionales certificado por el SINEACE.
En Chachapoyas en Diplomado organizado por la UNICEF, 2013
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